El entorno de la Ría de Pontevedra alberga una de las mayores concentraciones de petroglifos de la fachada atlántica europea, con enclaves rocosos al aire libre decorados, tanto en la propia costa, como en las inmediatas montañas de los valles de los ríos Lérez y Verdugo. Partiendo del formidable Parque Arqueolóxico da Arte Rupestre (PAAR) de Campo Lameiro, la ruta recorre, además, los conjuntos de Tourón (Ponte Caldelas), Mogor (Marín), A Caeira (Poio) y el área arqueológica de Monte Penide (o Monte Mirallo) en Redondela. Como remate (o como preluio) el Museo de Pontevedra nos dará el contexto arqueológico de este arte y nos mostrará algunos petroglifos y estela decoradas en sus propias salas.
Enclaves visitables: 1. PAAR de Campo Lameiro, 2. Área arqueolóxica de Tourón (Ponte Caldelas), 3. Centro de Interpretación y Petroglifos de Mogor (Marín), 4. Área arqueolóxica de A Caeira (Poio), 5. Área arqueológica de Monte Penide (o Monte Mirallo) en Redondela y 6. Museo de Pontevedra.
Propuestas imprescindibles: El PAAR de Campo Lameiro ofrece talleres y actividades especialmente diseñadas para los niños. La visita a los pequeños centros de interpretación del resto de enclaves es un magnífico complemento. El formidable conjunto de petroglifos de Mogor (Marín) alberga los misteriosos “laberintos” grabados en la dura roca granítica. El Museo de Pontevedra, con sus diversas sedes, es un destino inexcusable, mientras se pasea y conoce la ciudad. Por último, las vistas del Monte Penide son impresionantes.
Cómo llegar: La ruta recorre las Terras de Pontevedra, con salida y llegada en esta capital gallega, recorriendo Campo Lameiro, Ponte Caldelas, Redondela, Marín y Poio. Es ideal para ser recorrida en tres días.